2/3/08

Guión Experimental

GUIÓN PARA FILMACIÓN EXPERIMENTAL
Prefacio:
La secuencia de imágenes en el cine respecto a una narración lineal (visual y oral) en el tiempo, es la forma más habitual de una filmación. La realidad fílmica expuesta, corresponde a la realidad que el sentido de la visión percibe, es decir, hacia delante en un desarrollo ya establecido por la narración literaria tradicional. Incluso el flash-back cinematográfico usado entre varias secuencias, usado como recuerdo o memoria de un tiempo anterior, sigue por sí mismo esta linealidad narrativa hacia delante (recuerdos actualizados en un presente).
Por otro lado, la imagen que se filma y proyecta, bebe de las fuentes de otras artes plásticas anteriores como su predecesora fotográfica o la pintura. Estas últimas constituyen la formalidad lumínica y colorista de la imagen que se proyecta, por lo que la filmación suele ser una recreación o confirmación de artes anteriores sobre la realidad.
Si se recuerda las filmaciones de cine mudo, los cambios entre diferentes escenas estaban conducidas por textos escritos, que a modo de relatos cortos, anticipaban lo que visualmente iba a ocurrir. La imagen posterior, aunaba los pensamientos imaginados por los espectadores en una sola toma, quedando fuera de juego tantos escenarios posibles como espectadores hubiese en la filmación. Este proceso tan categórico, y porque no, tan sumiso, es por lo que el arte cinematográfico es tan absorbente. Si además de todo esto se añade una banda sonora o acompañamiento musical, la interpretación de la filmación es casi exclusiva de las intenciones de su creador.
Sin embargo, la particularidad del proceso de filmación respecto a un espacio en el tiempo, puede tener una lectura diferente, si el guión narrativo sonoro se desprende y disocia de las imágenes a las que van unidas. La mera descripción categórica y unidireccional de una proyección quedará en entredicho, al dejar al espectador como protagonista único de la interpretación global de las escenas en un subconsciente colectivo e individual al mismo tiempo. A modo de símil, podría comprenderse mejor esta situación si la comparásemos con el eco que produce el sonido. Después de emitido éste, al cabo de un tiempo se escucha su réplica. Bajo esta premisa de emisión narrativa oral que precede a la imagen, se puede cuestionar la presencia de un espacio determinado, respecto a una temporalidad narrativa que es diferente en el tiempo. Continuamente, el espectador intentará restablecer el espacio que se representa, pero bajo conexiones no lineales en el tiempo ofrecidas por las imágenes respecto del sonido. Mediante este juego de imagen y sonido, las visualizaciones pueden tener carácter de flash-back o memoria individual, aunque en ese instante la narración sonora describa otra situación diferente.
La intención de la experimentación es cuestionarse la propia percepción de la realidad, bajo las consideraciones estrictas del llamado cine absoluto. Arte fílmico experimental sin corsés plásticos de otras disciplinas artísticas aunque éstas estén presentes o intuidas.

LA DISGREGACIÓN DEL ESPACIO DE SU TIEMPO NARRATIVO
(Transformación, margen y búsqueda de 9 m2.)
Para poder realizar el experimento sin tener que retocar la banda asociada de audio de la filmación, se procederá a realizar la grabación en un ángulo de 180º respecto a la narración oral que se realice. Es decir, en vez de grabar con la cámara como si ésta fuera una prolongación del ojo, éste narrará lo que percibe y a su espalda la cámara irá recogiendo las imágenes. Con el cambio y movimiento del narrador, la filmación quedará retrasada respecto al audio. Cuando la narración oral coincida en el punto en que la filmación comenzó, aquella quedará retrasa respecto a la filmación primera. A partir de este momento, la confusión creada por la repetición de imágenes, pero con diferentes narraciones orales, originará una inestabilidad perceptiva temporal en el espectador. El receptor de la filmación no podrá asegurar cuando una imagen precede al sonido o cuando un sonido precede a la imagen. Caos perceptivo del tiempo y del espacio gracias al registro obtenido. De esta forma el cine o el hecho fílmico puede reconstruir su esencia como medio de expresión artística propia, o lo que es lo mismo, recrearse con el tiempo y el espacio como únicos componentes propios de su morfología plástica.
El escenario dado para la experimentación será de aproximadamente 9 ó 12 m2. , en el cual se situarán elementos más o menos representativos para su descripción oral y su posterior interpretación visual. Los conceptos de arriba, abajo, derecha e izquierda, tendrán lecturas diferentes. Será una búsqueda constante de un espacio construido a partir de trompicones temporales.
Una introducción como la descrita, resultaría demasiado extensa e intuitiva para el receptor de la filmación, por lo que se recurre a una premisa oral de tipo poético-mitológico resumiendo lo expuesto: la fábula de Eco y Narciso. Eco (el sonido) e hija del aire persigue a Narciso (imagen) en un alocado frenesí. En nuestro caso será la imagen (Narciso) quien persiga a Eco (sonido), hasta el momento en que ambos hayan descrito una misma situación. A partir de entonces, la búsqueda será recíproca en un tiempo narrativo impreciso. La fábula tiene su origen en un texto de Miguel Molina Alarcón.
Texto de Miguel Molina Alarcón publicado en el catálogo VAIA 2005. IV Mostra de Video Art Internacional d'Alcoi. Ed. Ajuntament d'Alcoi, 2005. Págs. 12-19
Eco, hija del aire, amaba a Narciso con tanta pasión, que le seguía por doquier, al bosque, a la caza, junto a las fuentes, en los más alejados desiertos, con la esperanza de arrancarle alguna palabra favorable, una mirada cariñosa, una prueba de afecto. Trabajo inútil: un obstinado desdén era el único premio a tales desvelos. Abatida por la tristeza y llena de vergüenza por haberse rebajado a tantas tentativas humillantes. Eco se retiró a lo más intrincado de los bosques, escogió por morada los antros y cavernas y cayó en tal estado de agotamiento y flaqueza, que no le quedaron más que los huesos y aún éstos fueron metamorfoseados en peñascos, no quedando de ella, al fin, sino su voz" (J. HUMBERT: Mitología griega y romana. Gustavo Gili, Barcelona, 1988, pp. 243). Este pasaje mitológico corresponde a una de las metamorfosis narradas según Ovidio, escritor romano del siglo I a. de C., ver OVIDIO NASÓN, Publio: Arte de amar y las Metamorfosis. Ed. Iberia. Barcelona, 1989

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